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La altitud, nuestro microclima de escasa pluviometría y el suelo calcáreo del que nacen las cepas nos ofrecen cosechas excelentes que nos permiten elaborar vinos exclusivos y artesanales que saben a música. Este entorno único en su género contribuye a la producción de uvas de calidad excepcional, infundiendo cada racimo con características distintivas que se reflejan en el sabor y la complejidad de nuestros vinos.
La altitud en la que se sitúan nuestros viñedos no solo proporciona un clima más fresco, ideal para el crecimiento óptimo de las vides, sino que también permite una mayor exposición al sol, lo que resulta en una maduración más lenta y equilibrada de las uvas. Este proceso lento de maduración es fundamental para desarrollar los perfiles de sabor profundos y ricos que distinguen a nuestros vinos.
Nuestro microclima de escasa pluviometría juega un papel crucial en la calidad de nuestras cosechas. La limitada cantidad de lluvia obliga a las vides a profundizar sus raíces en busca de agua, extrayendo así nutrientes esenciales y minerales del suelo calcáreo. Este esfuerzo adicional que realizan las vides se traduce en uvas más concentradas y llenas de sabor, que al ser procesadas artesanalmente, producen vinos con una estructura y un carácter incomparables.
El suelo calcáreo, por su parte, aporta una mineralidad distintiva a nuestros vinos. Este tipo de suelo, conocido por su capacidad de retener el calor y drenar el exceso de agua, crea un ambiente perfecto para el cultivo de vides robustas y saludables. La interacción de las raíces con el suelo calcáreo imparte una elegancia y finura únicas a los vinos, características que los hacen sobresalir en el panorama vitivinícola.
Elaborar nuestros vinos es un arte que se ha perfeccionado a lo largo de los años, combinando técnicas tradicionales con innovaciones modernas. Cada botella es una obra maestra que refleja la pasión y el cuidado que ponemos en cada etapa del proceso, desde el viñedo hasta la copa. Nuestros vinos no solo son una bebida, sino una experiencia sensorial que evoca emociones y recuerdos, una melodía líquida que deleita los sentidos y celebra la riqueza de nuestro terruño.